En las últimas semanas hemos asistido a un par de "sucesos" que han tenido reflejo en las redes sociales y en los medios de comunicación tradicionales.
Por un lado, un juez italiano ha condenado a seis años de cárcel al equipo de científicos que valoraba el riesgo sísmico en la zona de L'Aquila. Se informó de que no existía un peligro concreto y, pocos días después
Dos breves noticias sobre el juicio y su sentencia: 1 y 2
La pregunta que salta es: si los terremotos no pueden predecirse, ¿por qué se les condena?
En segundo lugar, algo que ha ocurrido esta misma semana. Mariló Montero, periodista que actualmente lleva el programa matinal de la 1 de TVE, finaliza el programa con esta reflexión
¿Qué base científica tiene para realizar estas declaraciones? ¿Qué conocimientos sobre medicina y trasplantes? ¿Qué pensarán las personas que están viendo el programa? ¿Qué opinión está creando?
Estamos hablando de dos personas que podrían considerarse como referentes para la sociedad (si son buenos o malos referentes es algo que os corresponde a cada uno valorar).
En realidad, de lo que os planteo que hablemos es de la influencia que tienen algunas personas en la sociedad. De cómo debemos valorar las opiniones de aquellos que tienen mayor capacidad mediática. De la importancia de la cultura que debe tener una persona para poder realizar una "recepción" crítica de la información. Y para poder diferenciar opinión de información.
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